Crónicas de un pulpo en un garaje
Llevaba tiempo queriendo hacer un curso de conducción en circuito. Debía reunir ciertos requisitos, como que te fuese útil en carretera y no solo que te enseñasen determinado trazado, que no voy a competir, que estuviese separado por niveles de conducción y guiado por monitores, que no fuese un trazado muy rápido enorme donde te pierdes (Jerez, Montmeló…) y, lo más complicado, ajustar la disponibilidad, porque el vivir en Canarias te hace que todo te quede en avión y lejos. Añoraba esos cursos de Carlos Morante y Andrés Pérez Rubio en el Jarama que aprendías muchísimo, allá por los 80 y 90, y realmente no sabía dónde encontrarlo. Llevaba ya varios años intentando cuadrar la cuestión de meterme en uno.
Cuando mi amigo Raúl Alba, alma de www.motosclasicasonroad.es y www.motosclasicas80.com me anunció que iba a hacer un curso en Calafat a finales de mayo de 2.022, no tuve duda: separado por niveles, con monitores… había rodado en Calafat por última vez en una RD 350 en 1.992, o sea, a todos los efectos era un circuito desconocido. Pero sabía bien que el guardarraíl de la redonda de abajo (5 en el mapa) ya había sido eliminado, y que, desde luego, ya no habría gravilla, que a veces te la encontrabas en pista, filtrada de alguna escapada.
Así que, meses antes, cuadré vuelos, coordiné con mi amigo JC el tener lista la moto en Madrid (¡un besito!) y me consumí meses antes en la impaciencia.
Soy un piloto de carretera: llevo muchísimos kilómetros recorridos en 40 años con todo tipo de motos y vivo en una tierra, Canarias, en la que puedes coger la moto 350 días al año y donde a cada una de las 2 que tengo aquí les hago unos 15.000 km al año, lo que junto a unos 10.000 que me hago en verano por Europa, pues hace que una de mis motos tenga 305.000 km, que no está mal. Quiero decir con ésto que ruedo bien y tengo experiencia y aguante encima de la moto, pero a pesar de ello, los últimos meses intenté cambiar algo mi estilo de conducción.
Por aquí las carreteras son muy ratoneras y lentas. Llevo Fjs porque uno tiene una edad, un accidente gordo, y sé que es como llevar un camión: hay que tener respeto, lo que te hace no ir a una “tralla” increíble en curvas ciegas constantes donde te puedes encontrar una guagua de frente que ocupa toda la carretera, una bici por el medio, el guiri despistado en tu carril o tierra en medio de la curva. Claro, curva y contracurva hace que no te muevas del asiento, porque descolgar es perder tiempo, te encuentras en un lado, tienes que trepar al otro y descolgarte al revés, todo en 20 metros. Pero tenía claro que con la FJ de Madrid, casi de serie, iba a tener serios problemas de distancia libre al suelo, así que el descolgarse es un “must”.

Carreteras Canarias

Cuando vas pegado al barranco mola menos
Llegué a Madrid un jueves por la tarde. Plena ola de calor, ¡estupendo!. Lógicamente prefiero el calor al frío, que para algo vengo del paraíso, pero no tantísimo calor, la verdad.
Fui a por la moto, revisión rápida, JC la tiene perfecta y en marcha, preparar lo que hay que llevar, y salir el viernes temprano por una ruta preciosa que me había fabricado: Madrid, Torrejón, salir de la A2, Gurugú, Sacedón, Priego, hoces del Beteta, Alcorisa, Alcañiz y por el Pêrelló a Ametla de Mar, al lado de Calafat, donde había cogido un apartamento. 609 km. para acostumbrarme a la FJ de la península, un par de pasos por debajo respecto a las cualidades de mis motos de Canarias, pero una gran motaza.

De viaje con lo mínimo
Llego el sábado a Calafat, a 10 minutos del apartamento que había cogido en L´Ametlla de Mar para dormir el finde. Un poco cutre, pero delante del mar y al lado del circuito.
Había escogido el nivel Intermedio en la rodada, pero según llego empiezo a ver los furgones, remolques, carpas, motos de competición, calentadores, caballetes…, bueno, unos displays atómicos. Er… pero…. ¿no íbamos a rodar con nuestras clásicas tranquilos en Calafat?. Porque allí estaban todos los de carreras de la copa catalana y el nivel era impresionante.

Juan y su DB1 Corsa

Martín y la espectacular XJ600 de carreras

Cipriano y Martín
Llegan al poco mi amigo Juan y su hermano Cipriano con su hijo Manrique, y sus XJ600 preparada para correr y una DB1 Corsa, única en España, con el motor preparado por un mecánico de Alain Prost, para rodarla en el circuito. Nos asignan el box nº 15 y van llegando Daniel de Valencia con su FJ1100 en el remolque, pero de calle, y Dani de Solsona, con su FJ 3XW terminada de montar la tarde anterior, rodando en ella y toda de calle. Le quitó las maletas para rodar, eso sí, jajjaja.
Anastasi de Lérida nos ayudó con todo un poco, trayendo montones de aguas además, cosa imprescindible para el tórrido día, pero sin bañador y sombrilla para estar sexy en parrilla, fallo que dice no va a repetir. Esperemos que así sea, jajajajja….
Al lado había un tío muy majete, Emilio, con una FZ 750 en un remolque que parecía hecha polvo… pero con los detalles que importan: frenos, llantas y suspensiones. Viendo sus ruedas, que daban miedo de cómo tumbaba el propietario y cómo estaban de desintegradas, acordamos en nuestro box que, visto el nivel y que no tenía nada que ver con lo esperado, que nos bajaran en masa al nivel Iniciación. Y porque no había nivel “jardín de infancia” o “abueletes en tacataca”…
Y para deprimirnos más, al lado estaba lo que parecía un equipo “pata negra” Ducati Corse.

Aquí las Ducati. Falta una…
BRIEFING
David Remón, conocido por su trayectoria en publicaciones y pruebas y reportajes de motos, era el “boss” de monitores por allí, y a su cargo estaba la charla inicial explicativa, con las correspondientes instrucciones.

Esperando por fuera y hablando con la gente, me pregunta: “¿eres de fuera, no?, porque te he estado escuchando. ¿Entiendes el catalán?”. Le contesto afirmativamente a ambas cuestiones (la oreja hecha a familia de parienta gallega, y montones de nacionalidades que conozco en Canarias) pero antes de terminar de explicarle que, aparte de mi, hay otras 4 personas de fuera de Cataluña, me responde: “vale, de acuerdo”. Y todo el briefing, las presentaciones, las instrucciones, los comentarios, el sorteo de luego… fue en español, por 4 personas de unas 80 que no hablábamos catalán. Todo un detalle, y por parte de todos los que estaban allí.
Pongo esta anécdota para ilustrar a los odiadores profesionales que ni siquiera conocen Cataluña que de lo que está plagada esta tierra es de gente amable, acogedora, divertida y estupenda, como todo el planeta, nada excepcional, y que viajar es el mejor remedio para la intolerancia y la ignorancia. Yo ya lo sabía, que me precio de tener buenos amigos catalanes a los que quiero mucho, pero si algún despistado de esos de las banderas lee este blog, que se lo apunte (aunque los ceporros leen poco, así que imagino que, a esta altura, ni habrán llegado, que se han cansado de leer al segundo párrafo).

Suzukis GSXR750 de Roca, organizador del evento
Vamos al percal: en el briefing, David dice a los de nivel PRO que salgan que ellos ya conocen lo que les va a decir. Que básicamente, las motos que llevamos son trastos, así que tengamos cuidado (creo que se ganó nuestro odio eterno en ese momento, jajjaja) y que dejemos las presiones de calle para cómo íbamos a ir de rápido. Nos dió el rollo de las banderas del circuito (pero es como el petardo de la azafata del avión, es bueno escucharlo y recordarlo), y además hay semaforitos por todo el circuito, que hay que ser ciego para no verlos.
Así que básicamente, saqué 2 conclusiones:
– Que esto no iba de cursito de conducción. Era rodada pura y dura con tu moto. Lo cual, entrando en una pista desconocida, y con nula experiencia en circuito (la del año de maricastaña no cuenta), me los puso un poco de corbata, que al día siguiente volvía a Madrid en la moto y al otro a Tenerife en avión. Vamos, que cuidado con escacharrarse.
De ahí todos con los remolques y las supermotos. Era una rodada a “sacopaco”. Iba a estar como el subtítulo de este artículo: perdido como un pulpo en un garaje
Mi pareja es una santa, pero con 2 niños pequeños, si me pasaba algo me parece que la cuenta de Family Points para irme con la moto iba a ser cancelada per sécula seculorum. Además que qué demonios iba a hacer con la moto rota a 4.000 km de casa…
Así, cuando la gente me preguntaba con cara rara “pero… ¿has venido en la moto de Madrid?… pero ¿te vas mañana en ella?..” entendí más tarde su expresión de estar hablando con alguien que no está bien de la olla, jajajaj.

Emilio y su FZ voladora
– Que gracias a Alejandro de Madrid, Fjtero, que rueda con FJ en circuito, no hice caso a David Remón. Ya llevaba las presiones algo más bajas por el excesivo calor y con la perspectiva de rodar en un asfalto tan o más abrasivo que el de Canarias, donde usas menos presión si sales fuerte a rodar que si sales a diario. Primera tanda con esas presiones y luego a revisarlas en caliente y ver si era necesario bajarlas más.
Hablando posteriormente unos 10 minutos con David Remón acerca de este blog, pidiendo algún consejo por su amplia experiencia con prensa, hay que decir que este hombre es ENORME y una enciclopedia de saber de motos. Le dejas hablar, él nota que le escuchas, coge carrerilla, se ve que le encanta enseñar lo que lleva dentro, y aprendes de él un montón. Además, tuve un “deja vu”: el cómo habla David, el movimiento de sus manos al hablar, el que te está enseñando cuando habla, y hasta físicamente, delgado, de cara angulosa… ¡Andrés Pérez Rubio!, ¡el Profe!. Le faltan el mostacho y el tono de voz grave de Pérez Rubio, pero durante unos minutos yo tenía 20 años y estaba bebiendo de la sabiduría de El Profesor. ¡Es el clon del gran Andrés!. Pero tal cual.

Imagino que David va rápido hasta sin ruedas. Ahí “cazado” en la XX antes de fulminarme
MANUAL DEL NOVATO
Así que viendo el percal y que ésto no iba a ser lo esperado, nos preparamos para la tanda e hice de tripas corazón: un trazado desconocido que tenía que aprender con gente que, incluso en nivel Iniciación, ya se lo sabía, con la moto totalmente de calle y sin saber por dónde ir, que cada curva tiene su línea correcta, nada que ver con la carretera.

Ambientazo en el Box 15
En el box, apelando a mi experiencia pretérita y al saber de Juan y Cipriano, repasamos el manual básico de novato perdido en circuito:
– Da igual si eres el último, que aquí no te pagan por ir más deprisa. Y, sorprendentemente, siempre hay otro último.
– Al principio, muy tranquilos, aprendiéndose el circuito e intentanto recordarlo, y poco a poco subir el ritmo. La recta no es para acelerar a tope al principio porque lo normal es salirse derecho. Es para pensar, descansar un poco y hacerse al medioambiente en unas vueltas. Ya habrá tiempo de acelerar.
– Tú a lo tuyo. Fuera espejos. En circuito hay que mirar adelante, no lo que pasa detrás ni si viene alguien o no. Ya se las ingeniará para pasarte.
– Ésto no es una carrera que te pagan ni vamos de carreras. Para ello hay otras cosas. Vamos a pasarlo bien y a aprender, que ya somos mayorcitos.

Con las cosas claras en mi mente, pero no tanto en la práctica, me coloco listo para salir. Hay un tipo con chalequito fluorescente de pringado en una GSXR 750 del 86. Imagino es Jordi, de Motos Roca, (Instagram @roca_motocicletes )otro de los organizadores del evento, así que de pringado nada, se lo ha puesto para que le veamos, y va a ser el guía en las primeras vueltas. Rápidamente pienso “ésta es la rueda buena”, es al que hay que seguir para saber mínimamente por dónde debo ir, así que me pongo bastante cerca.
Así qué, manteniendo la cabeza fría y con más miedo que vergüenza, empezamos a rodar.
EL CIRCUITO
Vamos a darnos una vuelta por el circuito a través de mis ojos, los de un novato, y voy encadenando peripecias y anécdotas. Curiosamente, no vale para nada lo que describo por aquí si miras la foto, porque dentro la sensación es totalmente diferente a la forma que ves desde lo alto.
Es un circuito plano, que muchas veces por el calor parecía el desierto y la vista te engañaba en su trazado, como cuando ves las típicas pelis del Sahara com un camello difuminado. Había 2 salidas que a mi juicio, para un novato, no están bien marcadas que no se debe entrar y deberían poner un par de conos, porque te ibas por ahí, sobre todo en la zona 4. Dicen que es estrecho: como realmente vas como un caracol aunque te parezca que vas rapidísimo, parece ancho como una autopista y solo se fue estrechando un poco a final del día, cuando iba mejor y ya, menos que más, por el sitio que era, y no de cualquier manera.

1.- Zona de boxes, en la trasera de la recta de meta. Se nota que el circuito es antiguo porque los boxes sólo tienen entrada por detrás, y no salida al circuito. Lo cual te impide ver las otras tandas con el resto de participantes, porque con el horrible calor que hacía, entrabas en box (a la sombra), te quitabas el mono (pegado del sudor, te tenían que ayudar), bebías del tirón media botella de agua (¡oye, no meé ni gota durante el día de lo que sudaba!) y te quedabas en pantalón corto y chanclas refugiado en la cueva a la sombra a la espera de tu nuevo turno, como Gollum durante las horas de sol.
2.- A final de la recta de meta no tienes una curva cerrada. Puedes simplemente soltar gas al empezar a inclinar en la S para frenar hasta el ápice de la curva 3.
3.– Tumbas profundo y rascas como no estés descolgado y tocando con la oreja en el suelo si llevas una FJ. Gas a fondo en la salida todavía tumbado, te vas a la derecha en la pequeña recta y frenas fuerte en el ápice de la siguiente.
4.- Redonda que a su llegada te vas derecho como no te conozcas el circuito porque hay una salida no bien marcada, en mi novata opinión. Comentando este problema con Juan, con más experiencia en circuitos, me aconsejó “fíjate en los pianos”. Con lo cual, mano de santo y problema arreglado.
5.- Pequeña recta, gas, ápice a la izquierda y redonda tumbado a fondo. Aquí era incluso peor lo de la distancia al suelo y, como no estoy en el Circo del Sol y no podía descolgarme más, simplemente renuncié a dar gas a fondo hasta que empezaba a levantar un poco la moto en la salida.
Decir que le dejé los avisadores en los estribos a la FJ. De serie, toca el avisador y luego el escape, nada divertido porque es duro y levanta la moto. Así que al rascar el avisador no iba más allá.
Notar que en mis Fjs con BT016PRO puedes rascar la estribera aposta en cualquier rotonda, que no toca nada más, y gastar los neumáticos, de perfil bajo modernos en llantas anchas, hasta pasarlos del borde, en carretera, sin que toque nada peligroso, ni el caballete central.
6.- En esta S realmente no es una S: sales abierto de la anterior y la tomas recto dando gas hasta el ápice derecho de la curva siguiente.
7.- Curva a derechas, realmente estás pensando en salir a la pequeña recta cuanto antes y colocarte para la siguiente curva.
8.- Curva larga redonda. Otra rascada, pero esta vez a izquierdas. El problema aquí es que al salir tienes la S siguiente, y como se me daba fatal, estaba más pensando en cómo diablos hacerla que en lo que estaba haciendo en este momento, trazando esta curva redonda.
9.- Mi pesadilla: no sabía cómo demonios hacerla rápido y bien. Sales de la anterior tumbado a izquierdas, levantas la moto a derechas y otra vez a izquierdas, flip flop!. Pues ni de coña, porque la FJ simplemente no se dejaba cambiar de lado a esa velocidad.

La S de las narices
Pregunté a Juan en otro descanso si los pianos resbalaban, para subirme por encima directamente y pasar recto, sin trazar nada. Pero me aconsejó evitarlos. (¡menos mal que pregunté primero, todo precavido, en mi línea de usar la cabeza y no los testículos!).
Sales descolgado a izquierdas de la redonda anterior y, para llevar el peso a la derecha tienes que cortar, no te da tiempo a tocar gas y, como luego tienes que tumbar a izquierdas dando gas, tardas en colocarte. Modo tortuga acrobática que no funciona.
Así que al final salía tumbado a izquierdas de la anterior, aún descolgado a la izquierda metía la moto a derechas (puro brazo en manillar) y volvía la moto a la posición tumbado de izquierda, que como ya tenía el peso en ese lado, automáticamente podía dar gas.
10.- Cuando conseguí salir fuerte de la anterior, esta frenada era muy fuerte hasta el ápice y la tumbada era muy chula. El problema es que el fotógrafo se puso ahí, por dentro, le veía, intentaba hacer “posturitas” y empecé a ir de nuevo a la velocidad de una babosa en el paso por curva, así que decidí ignorarlo y yo a lo mío. Mirar paisajes mientras estás rodando, en carretera o circuito, no es muy aconsejable.
11.- Poca historia queda, recta, abordas esta curva de forma que sales muy a la izquierda dando gas a fondo antes de la recta de meta y encadenas marchas. Como tampoco mi obsesión eran los tiempos y usaba la recta de meta para pensar y descansar, rápidamente empalmaba hasta quinta en la FJ sin agonías y sin estrujes de motor absurdos para mi nivel. A pesar de ésto, pasé de ver 160 a final de recta de meta en las tandas del principio a ver algo más de 220, y sin ir a ello. Así que está claro que mejoré bastante.
Mi mejor tiempo mejoró en casi 9 sgs. durante la jornada. Claro, empezando con nivel molusco es fácil, te salen patas y pasas a galápago, que vas mucho más rápido. Pero lo fundamental es que ya me encontraba cómodo, sabía cómo ir mejorando y llevaba la moto como debes llevar una FJ en circuito: gas a fondo, frenas, pisas de atrás, vas en cuadrado en las curvas de forma que, cuanto antes, tienes la moto mínimamente derecha y das gas a fondo otra vez para freír por motor a todo lo demás.
Un día más rodando y hubiera mejorado 4-5 sgs pienso. Y luego, con cualquiera de mis motos, sé que podría arañar un poco más. Y puestos a sacar kilos de la FJ, entiendes cómo arrasaban en el campeonato nacional en su época, y sólo alguien con el talento de Garriga en las Suzuki o el equipo Folch en las FZ podía plantarles cara.
Eso sí, había una CBR 600 del 89 90 que babeaba por haberla usado en Calafat. Más que cualquiera de las que había por allí, desde la Bimota DB1 de Juan a las Ducati PRO megaespaciales que teníamos al lado. Aunque por otro lado, en la FJ me sentía absolutamente seguro en toda circustancia. Con la CBR hubiera ido más rápido pero quizá más en el alambre. Vamos, como ir en un patinete eléctrico o en un tanque: el patinete es más rápido, pero uno va como que más seguro en el tanque.

Daniel y Daniel, mano a mano en sus FJs
Que esta FJ tenga TCS es toda una ayuda. Me explico: las FJ tienen un amortiguador de reacción en el embrague que hace que la moto, al acelerar por encima de 7.000-7.500 a lo bestia, patine un pelo. Extirparlo, como pongo en mi web, hace que la moto empuje más a todos los regímenes, desde parado se nota, pero por contra, me imagino que no es tan fácil de estrujar puño como con esta de serie, y para ser novato en circuito, mejor un poco capada.
RODADA Y CALORAZO
Así, entre tanda y tanda, se fue pasando la mañana. Había 3 niveles, Iniciación, Intermedio y PRO, teniendo en cuenta no sólo el nivel sino la diferencia de maquinaria. Lo cual fue un ABSOLUTO ACIERTO de la organización, y quiero dejarlo bien subrayado: con una enorme diferencia en máquinas y en niveles, el que hubiéramos salido todos juntos hubiera acabado mal, como desgraciadamente pasó en el Jarama en Madrid en junio de 2.019. Rodar una mezcla que iba desde una Vespa clásica de 125 cc. a una RC30 campeona de España en la misma tanda pues acaba mal, como así pasó.

Preciosa TRX de Javi con los mods perfectos
Es más, el exceso de celo de Jaime Valls y su equipo de comisarios, aunque objeto de protestas entre nosotros porque nos cortaba a veces la tanda al quedarse una moto sin gasolina (¡que le pase a un monitor es la monda, vamos, jajajaj!) o por cualquier tontería, al final, cuando acabas, con la cabeza tranquila, te das cuenta de que la seguridad era su primera prioridad y que hicieron un trabajazo estando súper atentos, a pesar del calor imperante que invitaba a la siesta a la sombra.
Con eso del calor cada vez había menos gente. Justo en el último turno antes de comer me encontraba solo rodando vuelta tras vuelta (aunque luego supe que mis compañeros Fjteros, Daniel y Daniel, iban detrás siempre como una sombra). Tanto rato llevaba rodando solo que pensé : “no he visto la bandera de cuadros de última vuelta, se han ido todos a comer y me he quedado sólo por aquí”.
Sí, sí, cómico parece, pero lo cierto es que corté en vez de dar gas en la curva 5 para mirar hacia arriba a ver si había alguien. Vi otras 2 motos y me quedé tranquilo, jajajaj. No estaba abandonado y “dando el cante”.

Hora de comer en la cafetería del circuito. No había bocadillos, solo menú. Con el calorazo, como y muero directamente. En mis viajes me tomo solo picoteos durante el día, si no, no aguantas 10 u 11 horas seguidas en moto. Porque eso de parar a desayunar, el café, el aperitivo, la comida, la merienda… yo salgo a montar en moto, la verdad, no de ruta gastronómica. Para comidas en quedo en casa que mi mujer cocina muy bien o como croquetas de mi madre.
En el box no habíamos salido todos en esa última tanta: el resto se había quedado para jamarse entera una estupenda tortilla de patatas que nos había hecho la mujer de Juan, así que al llegar, desconsolado, vi que ya no quedaba. (¡Buitres!, ¡malos amigos!)
Pero llega Cipriano y me monta un bocata de lomo y chorizo en pan de Albacete. ¡Perfecto!. Con él en la mano, asistí a la entrega de premios que se hizo y a la amable charleta que nos pegó Raúl, el representante de Hagon, Gerard, que rodaba con una Gilera Saturno, nos contó de suspensiones, aplausos, risas, hubo premios de los patrocinadores…¡Genial!.
¡Y otra vez en marcha!
Después de comer se fueron bastantes asistentes y nos quedamos en cuadro. Se reestructuró la cosa a 2 niveles, Intermedio y Pro, y a rodar otra vez. Ahí estábamos el team FJTEROS siempre listos los primeros esperando para entrar como unos campeones en cada una de todas las tandas, “disfrutando” el sufrimiento del esfuerzo físico y el calor, mientras nuestras motos no se enteraban de mucho, que eran todas refrigeradas por aire/aceite.

¡Ahí, el equipazo los primeros para salir, tanda tras tanda, sin fallar!
Por la tarde ya me sentía en buena forma, calentito, jajaj, y empecé a rodar en serio, y fue donde mejoré los tiempos y llevaba la moto como debía. Me lo notaba. Me había adaptado al medioambiente e iba mucho mejor y más suelto. Además, hubo tropecientas tandas porque sólo había los 2 niveles dichos antes, casi salías de una y entrabas a la siguiente, muy muy divertido y sin perder ritmo.

TERMINANDO EL DÍA
Di tantas vueltas que estaba siempre dentro y no pude dar un abrazote de despedida a Raúl Alba hasta que nos volvamos a ver, de pascuas a ramos. Al menos, luego nos fuimos de cañas 5 amigos, ya duchados y fresquitos, a comentar una jornada única donde lo habíamos pasado genial.

Al día siguiente, rumbo a Madrid vía Alcañiz, Morella, Más de las Matas, Priego, Jadraque… otra super vuelta de 700 km. para terminar el periplo en la Península. Con mapa, como está mandado en una máquina de los 80-90, que el móvil no cargaba y su soporte salió volando del manillar.
CONCLUSIONES
Yamaha FJ 1100/1200 en circuito
A fin de cuentas, esto es un blog de motos, así que, aparte de lo comentado, ¿cómo va la FJ en circuito?

Primero de todo, la moto aguantó como una campeona, (cosa que no es noticia para los que tenemos una FJ) no sólo el día del circuito, si no el siguiente a Madrid. Iba hasta mejor y más suelta. Daniel de Manresa comentó lo mismo de su 3XW. Las Fjs se ponen contentas si las zumbas.
La de la Península está casi de serie. Este “casi” es importante, porque lleva frenos modernos, muelles Hagon en la horquilla con su aceite correcto, SAE 10-40, y, por supuesto, aunque lleva amortiguador original, trabaja como debe con unas bieletas y un eje de basculante perfectamente engrasados.
Para mis 84 kg con equipo completo la tenía en la posición 2 de hidráulico y muelle delante, de 3, exactamente igual que para carretera, y detrás un click más de muelle que para carretera, 4,5 de muelle y 4 de hidráulico de 5 posiciones posibles en ambos. Se comportó impecablemente, frenabas a saco con los frenos modernos y la horquilla trabajaba bien. Sólo detrás se hubiera agradecido la posibilidad de regular la altura o bieletas, como tengo en mis otras Fjs, y como estaréis hartos de leer llegado este punto, por la escasez de distancia al suelo, que me cortó bastante, la verdad, no era plan caerse.

Los neumáticos, radiales, Avon Ultra en ambos trenes. Estoy tan enamorado de estas ruedas o de las Spirit, que las monto en todas mis motos, aunque en las otras, con medidas stándard, tengo para elegir, no como en esta que el único radial trasero es el Avon.
Delante, 110/70/17 para la llanta original de 3”. Y no, no falta rueda y le da una agilidad endiablada para el peso y el tamaño de la moto.

Avon trasero en mi FJ y BT046 delantero en la FJ1100 de Daniel

Como guía de presiones, en la primera tanda llevaba 2,3 delante y 2,6 detrás en frío. Mirando presiones al acabar esta tanda de tanteo, en caliente, las dejé en 2,2 2,4. Y juzgando cómo desgastó el neumático, que queda media vida, y las bolitas que hacía (me dijeron que era que estaba gastando bien), no iba mal encaminado.
De motor, sólo lleva un filtro KN en la caja original, y, claro, el truco del tapón, y todo trabaja como debe, con su reglaje de válvulas al día, sincronizada y regulada la mezcla perfecta. Va muy muy fina y suave desde muy baja velocidad y, como cualquier FJ en forma, parece que no corre, aunque a 7.000 rpm, que empieza a respirar, son 200 km/h de marcador en quinta, hasta las 10.000 que estira sin casi ruido.
En una de esas que iba rodando solo vuelta tras vuelta, me dije hacer todo el circuito en tercera. Pues tal cual: hasta en los ángulos más cerrados metías gas abajo a 2500 rpm y salías con potencia y par a toda castaña, sin esfuerzo, con un motor dulce, potente y progresivo. Sin cambiar. Claro, al llegar a la recta, cuarta y quinta, pero sin exprimir el motor, que para qué: trámite de mover el pié y subir 2 marchas.
Suena a enamoramiento supino de la FJ. Pero es que rodé sin un susto, sin un extraño, sin que la moto hiciera nada raro. Es una plataforma bajita y segura donde realmente la sensación es que puedes moverte mal, trazar mal, equivocarte, ir al revés… que la moto se va a encargar de que todo vuelva a su sitio sin un susto ni un aspaviento, ni un cabeceo, ni un movimiento. Ya he contado que cuando probé mi primera Fj1100, en 1987, en GB, de repente pensé “¡guau!, ¡voy a 200 y ésto no se mueve ni me quiere matar!, ¡un sofá ultrarrápido!”. Pues aunque entonces la comparaba con el motor de dragster en un carrito de Mercadona que era la Katana 1100, hoy día sigue pareciéndome lo mismo.
Preparar una para carreras de resistencia de clásicas no es ninguna tontería: se pueden ahorrar 30 kg sólo del escape y 12 de las llantas con un simple cambio, así como otros casi 10 a ojo de aquí y de allá de carenado, subchasis, portaestriberas. Hablamos de 50 kg ya y baratos, que dejan a una FJ 1100 en 200 kg todos los llenos hechos. No está muy mal. Se me queda la miel en los labios, la verdad.

La FJ 1100 de Daniel de Valencia, bastante descuidada de apariencia, ¡no veas cómo aceleraba!.
Pero la moto, puesta a punto de lo importante, iba muy bien.
En una de mis rectas “de pensar” me pasó FUAAAASSSSSSSS. Y claro, no me iba a dejar que me perdiesen el respeto, jajjaja. Cerraba muy bien la puerta y era complicado pasarle sin saber por dónde, y además hacerlo sin riesgo ni demasiado cerca. Las BT46 que montaba esta 1100 se comportaron bien pero acabaron bastante desintegradas. Al fin y al cabo, son diagonales, no radiales, y el peso y la potencia de la moto pudo con ellos.

El otro Daniel, de Solsona, vino con su 3XW y su par de gónadas, porque la había terminado de montar la tarde anterior y, sin probarla, se viene a rodar en circuito. Frenos modernos, llantas…. aquí estaba bien servido el nene y rodó estupendamente también, a pesar de que, como comento en la comparativa con la Bandit, la 3XW es la más turística de la saga.
Organización y agradecimientos
Quisiera, para terminar, agradecer un montón de cosas a lo que ha sido un día de puro disfrute, que recordaré siempre con muchísimo cariño, que es lo que de verdad te llevas, lo que vives, no las cosas que se quedan aquí y cosas son.
Primero a Raúl Alba por la perfecta organización, por su trabajo personal y empeño en sacar de su tiempo libre adelante el evento de manera altruísta, porque no vive de ello, de su simpatía y de su buen hacer. Una gran persona.
Segundo a mis amigos: Juan y Cipriano, siempre tan cariñosos y encantadores, con su tortilla de patatas, Manrique, en su XJ600, hijo de Cipriano, que usé en las primeras tandas de lazarillo chupando rueda, los 2 Daniel que se vinieron a rodar con sus Fjs, Anastasi con la logística de a pié, sus fotos y vídeos, Juan Carlos que estuvo por la tarde y se fue cargadito de envidia e imagino que la siguiente no se la pierde…
Tercero a Jaime Valls y al personal del circuito, que son muy profesionales y, no te das cuenta y hasta protestas, pero hicieron que todo fuera seguro y los de la ambulancia se fueran sin haber intervenido.
Cuarto a Gerard de Hagon, por la charla que me dio de suspensiones, y a David Remón, por lo comentado arriba.
Y quinto, por fin, a todos los que allí nos acogieron como amigos, aquellos con los que charlé, Emilio y su FZ, Javi y su TRX y nomeacuerdo y su VTR de serie preciosa (lo siento).
Y las fotazas de por aquí (las buenas) son de Fran y su equipo de fotografía, que por un módico precio te hacen un montón muy chulas.
Un día inolvidable y para repetir. Ya estoy deseando ver cuándo es la siguiente. Y muy recomendable para quien nunca ha entrado en un circuito o no le hace gracia que se lo lleven por delante en una rodada cualquier niñato. Si es que la experiencia es un grado, y entre los participantes había experiencia, buen hacer y la sabiduría que da la edad.

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