Seguimos aquí, hablando de motos. No con la frecuencia que nos gustaría pero acontecimientos obligan. La verdad es que charlando con gente de edad avanzada, gente que incluso ha pasado hambre, nunca se imaginaron que a estas alturas del siglo XXI tendríamos que lidiar con estos enemigos tan peligrosos.

Pero la edad es sabia y éstos mismos que llevaban a sus parientas de medio lado en las vespas de la época, montesas impalas y otras lindezas me recuerdan que hay un virus que llevamos inoculado y del que no hay vacuna posible. No es otro que ir en moto.

Este es más sano que el que nos azota actualmente aunque las autoridades siempre pensaron lo contrario a tenor de su manera de legislar. Por tanto se va a salir del atolladero, no me cabe la mínima duda. Aunque tampoco dudo que sufriremos bajas, lamentablemente. Os lo dice uno que trabaja en un hospital, con la que está cayendo… como vulgarmente se dice.

Se de buena tinta la buena y cariñosa acogida que tienen nuestras pruebas entre todos vosotros. En lo personal estoy orgulloso de poder escribir, con mayor o menor fortuna, eso lo decidís vosotros, pero con todo el rigor, seriedad y siendo lo más objetivo que puedo. Una persona que aprecia los textos que aquí publicamos no se merece menos.

En estos día de confinamiento no penséis que tampoco sobra mucho el tiempo. Depende del caso, claro. Niños en casa, las tareas habituales más los inconvenientes del mismo “cautiverio”. Eso sí te quedas en casa ya que, como te imaginas por mi oficio, yo sí que debo ir a trabajar. Como muchos otros, no soy el único. Solo os dejo estas líneas para recordar a nuestros lectores que estamos vivos. Por poco que podamos intentaremos arrojar algo de contenido a la web.

Os enviamos este mensaje de ánimo a todos. ¡Qué nada pare la afición!

¡Somos el Team Marmota! ¡Un abrazo a todos!

Alberticu

Nunca imaginé que confinado tendría tanto trabajo: con dos peques, hacer “escuela en casa” lleva mucho tiempo. Además de lavadoras, limpiar, hacerles las comidas, compras… Y, curiosamente, mi pareja trabaja en un hospital también, como Alberticu, (se ve que me atrae la gente correcta), así que ella está liada todo el día, además de ser un factor de riesgo para mi, que soy asmático.

Pero vivir es un riesgo: lo sabemos bien los que nos la jugamos cuando cogemos nuestras motos y salimos a una carretera plagada de gente ciega y sorda (el “…no te vi…” con un escape que se oye en Perú), baches, líneas que resbalan y guardarraíles que siegan, además de la incomprensión general habitual de la mayoría, que nos ven raros (“… las motos son un peligro…” – nos avisan. “la mía no ha mordido a nadie, la dejo atada”- respondo)

No tengo ni tiempo para publicar la última de Alberticu… de hecho casi ni hablar por teléfono. Un par de días he bajado a terminar el apriete de culata de una de mis Fjs que ya he acabado el rodaje, pero a este paso, termino el confinamiento y no he podido ni acabarla.
Así que liadísimo. No me quejo: soy un privilegiado, tengo moto y una familia genial. Cada mañana les doy un beso porque aprendí de un gato que tuve hace años: las mascotas se ponen contentísimas cada mañana cuando te ven porque su instinto les dice que tienen un día más para disfrutar de la vida.

Así que, aunque te aburras o deprimas, debes pensar que poder aburrirse es un lujo impagable e, incluso éso, debe disfrutarse.

A aburrirse, a disfrutar de la familia, a cocinar, hacer maquetas o legos chinos de tanques (que tengo uno sin montar). Y dentro de unos días, nos vemos en la carretera

¡Somos el Team Marmota! ¡Un abrazo a todos!

Alf