Somos unos apasionados de las motos japonesas de los 80-90, como hemos repetido hasta la saciedad: prácticas, útiles, con acabados perdurables, rápidas (más de lo que el 99% de los motoristas puede/sabe utilizar en carretera) y bonitas y personales, sin esa estética de plasticucho manga actual ni tecnologías innecesarias que sólo traen problemas a largo plazo y que ponen su mecánica en la obligatoriedad de “pasar por caja” ante la imposibilidad del mecánico casero de casi no poder hacer nada.

Cualquier moto, y no sólo nuestras adoradas “oldies” se puede convertir en pocos años en un bicho inconducible a no ser que observemos un mantenimiento correcto. Y mucho más en motos de 20 o más años, que por dejadez o simplemente por el paso del tiempo necesitan un repaso general, además de que podemos aprovecharnos de los avances positivos que sí se han producido en el mundo de las motos y poder presumir de todo lo bueno de los 80-90 conjugado con tecnología actual.

Ahí van una serie de consejos que mejorarán no sólo las prestaciones de nuestra moto, sino nuestra seguridad al pilotarla y la diversión y el disfrute al rodar con ella, lo más importante

1.- Monta neumáticos modernos

La verdadera revolución en el mundo de la moto no han sido los displays “playstation” ni la inyección (ya presente en la Z1000H de 1980) ni siquiera las suspensiones (la primera horquilla data de finales del S.XIX y el primer monoamortiguador de principios del XX). Han sido los compuestos y la tecnología de materiales y construcción en los neumáticos, que por cierto, ya casi ni llevan caucho.

Un neumático “sports-tourer” ofrece hoy día más agarre y estabilidad que un neumático deportivo de hace 15 años.

Además no hace falta ni modernizar las llantas: fabricantes como Dunlop están sacando nuevos neumáticos diagonales con compuestos modernos o incluso Continental radiales específicos para llantas estrechas incluso de los 70.

Desecha ese par de cosas negras que tiene tu “oldie” y monta neumáticos de calidad. Los Bridgestone BT45, Dunlop Streetsmart, Avon radiales o Continental Classic Attack mejoran frenada, estabilidad, suspensión…. ¡hasta parece que has reforzado el chasis!.

Y ahorrar 50 o 100 euros en un juego de ruedas es una falsa economía: una caída tonta es mucho más cara y en casos de algunas piezas, casi irreemplazable.

2.- Moderniza tus frenos

Me gustan las motos de los 80-90. No sus frenos. Muchas veces sólo meter una bomba de más caudal, latiguillos (ya estarán caducados si son originales) y pastillas mejora abismalmente la frenada. Si además adquirimos unos discos de compuestos modernos, mejor que mejor.

Además con la sabiduría disponible en internet podemos sustituir directamente las horribles pinzas de la época (especialmente las Yamaha de 4 pistones presentes desde el 88 hasta el 98) con otras modernas u otras mejores de la época (Nissin, p.ej.).

No voy a discutir la importancia de unos buenos frenos. Y no me vale eso de “…si es que voy tranquilo…”. Si no los mejoráis, se lo explicáis al coche que se ha saltado un CEDA cuando os empotréis con él por no poder frenar en 2 m. menos.

3.- Engrasa basculante y bieletas

Operación de mantenimiento BÁSICA que increíblemente nadie hace en su moto.

Ya de serie la grasa parece que es un bien escaso en las fábricas japonesas, especialmente en Kawasaki. Si quieres que la suspensión vaya suave y trabaje como debiera debes desmontar y engrasar basculante y bieletas. Es tedioso y sucio, pero compensa. Es increíble la de gente que monta un amortiguador carísimo porque la suspensión dice que va mal y todo lo que necesita para el arreglo es un poco de grasa de calidad.

4.- Revisa, ajusta y engrasa los rodamientos de dirección

Otra de grasa y apriete correcto, que tampoco hace casi nadie, o de cambiarlos si es necesario porque afecta muchísimo a cómo se comporta la moto.

Aquí también es de notar la de amortiguadores de dirección que se instalan simplemente porque no están bien ajustados los rodamientos de dirección. O simplemente porque no se ha hecho un reglaje de horquilla correcto, que también, y se ha llevado al taller “listo” de turno que ha dejado las suspensiones como una piedra para circuito.

5.- Revisa/repasa la horquilla

Puedes jugar con aceites de diferente densidad para conseguir mejorar su comportamiento, además de que unos muelles progresivos harán maravillas en tu moto.
Si hay que cambiar retenes aprovecha a cambiar los rozadores interiores que estarán gastados: los nuevos retenes durarán más y la horquilla recuperará su retención de hidráulico original.

6.- Repara/ajusta el amortiguador

No hace falta en casi ningún caso recurrir a amortiguadores carísimos: ya hay muchos sitios que reparan y mejoran el amortiguador original por relativamente poco precio.

MUY IMPORTANTE: ajustar correctamente la suspensión a tu peso. Aquí tienes una guía básica para hacerlo fj1200.info apartado SUSPENSIÓN, el link de la parte superior “Ajuste de la tensión del muelle”.

7.- Comprueba el reglaje de válvulas

Da igual que la moto tenga pocos kms. y en teoría no toque. Una moto usada para dar paseítos tendrá las válvulas pisadas y además de que no anda como es debido, a la larga se quemarán los asientos. Y no, no suenan: las válvulas pisadas no suenan, que es lo peligroso. Suenan cuando tienen holgura, que no importan tanto.

8.- Ajusta la carburación

Siempre realizado después del reglaje de válvulas.

Comprueba agujeros en las membranas (reparables. Mira la web fj1200.info apartado “Trucos y problemas”) y desgaste en las agujas y emulsores (especialmente esto último en las Yamaha, que se ovalan y la moto va gorda de gasolina).

Ajusta la carburación al escape que lleves. Aunque el fabricante asegure que esto no es necesario, casi nunca es cierto.

Un vacuómetro, como éste, carbtune.com es una buena inversión que amortizarás rápido simplemente chequeando la sincronización de los carburadores cada 6.000 kms.

9.- Monta la caja de filtro de aire original

Los ingenieros que diseñaron la moto se pasaron muchas horas estudiando el flujo de aire que necesita el motor. Y llegamos nosotros y les pusimos filtros independientes arruinando la entrega de potencia, el tacto de gas e incluso si con tiempo y un banco de potencia conseguíamos algo, la moto seguía funcionando fatal cuando llovía. Y eso sin hablar de problemas de engrase en guías de válvulas en circuitos con retorno de gases como en muchas Yamaha… o peor, a los que les gustan los filtros de aire cromados brillantitos y ni les echan su pertinente aceite para filtros, arruinando los segmentos a corto plazo.

Monta un KN en la caja de filtro original. Mejora el tacto de gas y la potencia. Pero déja la caja tranquila o busca una de 2ª mano y móntala otra vez. Verás qué suave va todo.

10.- Revisa las pipas de bujía y los cables

Muchos problemas de encendido y prestaciones vienen de pipas de bujía con pérdidas o simplemente de corrosión de los cables en su unión a la pipa.

Desmontando las pipas y cortando 1 cm. de cada cable para quitar el óxido de 20 años que se ha comido el cable y montándolo todo otra vez puede ser la solución mágica para ese problema insoluble de encendido que nos ha llevado a comprar otro CDI, comprobar bobinas y volvernos locos con la carburación.

Un relé directo a la batería hace que las bobinas trabajen perfectas, descargando al voltaje que deben y no a uno inferior. Tienes el esquema completo de la instalación como siempre en la web fj1200.info, en inglés, en la sección Engine.