11.- Sistema de refrigeración

Da igual los kms. que tenga la moto: cambia el líquido refrigerante y limpia bien el sistema. Además, comprueba que los radiadores no tienen celdillas dobladas. Con cuidado se pueden enderezar poco a poco y una a una. Nunca des con agua a presión a un radiador, porque se estropean… Bueno, lo mejor es que nunca des con agua a presión nada en una moto y que la laves a mano. Y mejor en seco.

Y además, si quieres evitar roturas que derivarían en averías serias, instala un kit de manguitos nuevos. No, no hace falta gastarse un ojo de la cara con repuestos originales: los de silicona son más baratos y mejoran además la refrigeración.

Utiliza además la sabiduría de internet y si es necesario sustituye el termostato de tu moto por otro más apropiado, p.ej. caso de las GPZ 900.

12.- Monta un kit de trasmisión de calidad

Es curioso cómo algunos se gastan un dineral en kits de potencia o en escapes especiales cuando llevan la cadena hecha un asco. Hasta un 30% de la potencia se puede perder simplemente por llevar mal el kit de trasmisión, ¡y no hablemos de lo que pasa si se rompe la cadena en marcha, claro! Así que monta un equipo de calidad, y cuídala.

No uses grasa de cadena que lleve teflón: la gravilla y la porquería de la carretera se van pegando a la cadena y actúan como si de pasta de esmerilar se tratara, destrozándola. Límpiala por fuera con un paño mojado en WD40 (nunca lo eches directamente pues se llevará la grasa de debajo de las gomas instalada en fábrica), engrásala y quita el exceso de grasa otra vez con el paño empapado en WD40.

No te fíes de las marcas del basculante para el alineado de la rueda: mide siempre con un calibrador. Y no dejes la cadena demasiado tensa. Afecta a la suspensión, además de que puedes hasta destrozar el eje de salida del cambio.

13.- Monta una batería de gel

Las baterías modernas dan más potencia en el arranque, con lo que sufrirán menos el motor de arranque y el embrague de dicho motor. Esto es especialmente importante en motos con propensión a cargarse este embrague de arranque, como las Triumph o las Honda CBX 750/CB 750. Cuando menos potencia tenga la batería, más sufre el arranque y todo el sistema al girar.

Un buen truco además es arrancar siempre todo tipo de vehículos en punto muerto y con el embrague apretado: se libera la presión del embrague motor y gira más fácilmente en frío, ya que hay menos elementos que arrastrar al arrancar.

14.- Modifica geometrías y haz la moto más ágil

Las motos de los 80-90 son muy abiertas de geometrías y cargan mucho peso detrás. Y su mejora es espectacular cuando modificas geometrías para hacerlas más ágiles.

¿Te piensas que coges una RC30 y vas a quedar maravillado por su finura y exotismo en marcha? Pues no. Te vas a quedar impresionado (pero a mal) porque te sientas con el culo muy bajo y atrás, y agarras el manillar allá a lo lejos y abajo. Un asco.

Con neumáticos modernos puedes variar geometrías sin perder estabilidad: acortando bieletas traseras, montando amortiguadores más largos y/o subiendo las barras en las tijas tu moto va a convertirse en algo tan ágil que los diseñadores ni soñaron con ello. Y te lo pasarás mejor en las curvas sin perder estabilidad en recta.

15.- Usa “tapafugas” para consumos de aceite

El problema no es comprarse una moto con muchos años. El problema es comprarse una moto con muchos años y muy pocos kilómetros.

Contrariamente a la creencia popular, un vehículo con poco uso se degrada: se corroe la gasolina en los carburadores; se secan y agrietan los retenes de las guías de válvulas, en especial, y todos los demás de toda la moto; el líquido de frenos, que es hidrófilo, capta humedad y la oxidación correspondiente se come los pistones de las pinzas de freno; las cadenas se desintegran, etc. etc. Y así, nuestra fantástica compra de veintipico años y 10.000 kms se trasforma en un cacharro ruinoso y pringoso que pierde aceite por todos lados y se lo bebe como si fuera Fanta por las válvulas.

Si compras un vehículo con pocos kilómetros utiliza un bote de tapafugas para circuito de aceite nada más comprarlo y ponerlo en marcha: rehidrata las gomas y los retenes y solventarás en parte este problema.

16.- Ajusta la ergonomía de tu moto

Muchas motos de la época permiten ajustar la posición de la moto a tu complexión física o a tu manera de conducir. Elementos como palancas de cambio y freno son ajustables en casi todas las motos. En algunas, la posición del manillar puede variarse un poco con significativos resultados. Otras traen manetas regulables de serie.

Hasta cambiando simplemente un asiento se consiguen diferencias: yo monto uno estándar, que da una posición más elevada con el centro de gravedad más alto para hacer la moto más ágil. Cuando voy de viaje monto un asiento un poco rebajado que me mete dentro de la moto y hace que el carenado me proteja más.

Además hoy día hay manetas regulables que sustituyen a las originales o manillares para cambiar la postura en la moto.

17.- Revisa la llave de gasolina

Es increíble la cantidad de motos de esta época que se quedan arrumbadas simplemente porque está en mal estado la llave de la gasolina. Las llaves de depresión tienen una serie de membranas que con los años se degradan, dando problemas de tirones y falta de gasolina. Revísala, y en caso de duda, cámbiala.

Cuidado con los filtros de gasolina: en el caso de las Yamaha todo lo que no sea original hace que los motores de 20 válvulas no estiren a partir de 10.000 rpm.

18.- Vibraciones

Como llegados a este punto ya hemos revisado la carburación y el reglaje de válvulas, vamos a revisar frecuentes puntos que producen vibraciones parásitas más o menos molestas en nuestras motos

– Rodamientos de ruedas en mal estado: no está de sobras comprobarlos. Si hay rodamientos en mal estado es conveniente al instalar los nuevos levantar las tapitas de goma con un cúter con mucho cuidado y rellenarlos con grasa. Vienen con poquísima de fábrica.

– Piñón de ataque: en muchos modelos el de fábrica viene con un recubrimiento de goma que suaviza el contacto con la cadena, caso de Yamaha, o con una guía de goma especial, caso de Honda. Son más caros pero merecen la pena por la suavidad de marcha.

– Reinstala los extremos originales del manillar: pesan un montón, pero son para cumplir correctamente la función que les da el nombre: antivibraciones.

– Revisa los aprietes del motor. No consiste en que estén apretados a tope, sino que estén apretados en los rangos que recomienda el fabricante.

– Cambia los soportes de goma del motor: con 20 o más años estarán duros como rocas y amortiguarán cero las vibraciones

19.- Relé de luces

Muchas motos de esta época tienen una iluminación francamente mejorable, aun teniendo dos faros, con conducciones eléctricas de poca calidad que no habrán mejorado mucho con los años, sino todo lo contrario.

Instalar un relé directo a batería mejora espectacularmente la iluminación. Mira www.fj1200.info sección COMPLEMENTOS. Tienes el diagrama de instalación, barato y sencillo de hacer.

20.- Monta en moto y disfruta

Este punto debería estar el primero. Pero estando aquí y habiendo revisado los puntos anteriores, todavía será mejor nuestra experiencia en moto.

Las motos son para usarlas, creo yo. Las de los 80-90 además son increíblemente capaces de rodar muy bien, no son piezas de museo para tenerlas en un stand y mirarlas.

Sal en moto. Vete a ese viaje que siempre has querido hacer. En las motos de esta época no te va a dejar tirado la electrónica como sucede con las motos actuales, porque simplemente no hay.

Alf y JC por los Pirineos

Te llevas lo que vives. Por inmaculada que esté tu moto no te la vas a llevar contigo al otro lado. Pero cada momento, cada batallita de ese viaje, de ese pueblo, de esa anécdota, de esa aventura, de ese calado hasta los huesos, asado hasta el tuétano o helado en una nevada en moto va a estar siempre presente en tu mente, te va a acompañar siempre y te hará sonreír cada vez que te acuerdes. Lo vas a disfrutar el resto de tu vida.

Y eso es lo importante