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Yamaha FZS1000 Fazer https://teammarmota.es Motos Clásicas Deportivas Japonesas Fri, 06 Nov 2020 20:27:49 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.2 https://teammarmota.es/wp-content/uploads/2015/12/patchFinaljpegjpg-1-150x150.jpg Yamaha FZS1000 Fazer https://teammarmota.es 32 32 Yamaha FZS 1000 Fazer 2000-2005 https://teammarmota.es/yamaha-fzs-1000-fazer-2000-2005/ https://teammarmota.es/yamaha-fzs-1000-fazer-2000-2005/#comments Fri, 06 Nov 2020 17:01:54 +0000 http://teammarmota.es/?p=2554 Leer más

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Yamaha FZS 1000 FAZER ¿moto TOTAL?

Todos tenemos una preferencias en lo que al ir en moto se refiere. Tal como escribo voy a intentar definirlas, a ver:

  • Que sea grande. Nada de cosas canijas e incómodas. Para carretera, caballo grande o no ande, por el par motor. La conducción en carretera debe ser defensiva, y ayuda mucho.
  • Puede ser grande, pero no que no llegue al suelo cuando estoy encima me pone nervioso y me siento inseguro. Un resbalón por un mal apoyo es un candidato al desastre, un giro en un sitio estrecho o no poder mover la moto por su excesivo peso.
  • Así que no tan grande, ¡je!.
  • Que ande un mínimo, pongamos 250 km/h, que ya está bien. (¡jajjajaj!)
  • Me gusta ir rápido en carretera, si es todo el día seguido, mejor. Con lo cual que sea cómoda: en una R pura ésta, normalmente por postura, brilla por su ausencia.
  • Que no se mueva: que no se empiece a mover o flanear en curvas rápidas, que apoye en frenadas fuertes sin tonterías, que coja los baches sin saltar o agitar la cabeza, que no tenga vida propia en una palabra, vamos, aunque como es lógico esto se logre con un buen trabajo regulando suspensiones. Esto de no moverse es tan importante que lo podría poner arriba del todo. En carretera, ni media tontería en este asunto.
  • Que la pueda usar a diario como un “work horse” como dicen en la pérfida Albión: a la esquina a por pan o de viaje de 12.000 km. un verano con equipaje y, si se tercia y hay que llevar, que el pasajero no muera en el viaje y se lo pase bien. Pero que es sacrificable, vamos, jeje. La moto la prefiero en solitario.
  • Buena accesibilidad para el mantenimiento en casa, que me lo hago todo, pero me gusta montar en moto, no la mecánica en sí. Facilidad y robustez. Para mi, la mecánica es un medio nada más de disfrutar con seguridad de mi vehículo, no un hobby.

Así que cuando salió esta moto al mercado pensé que era mi vehículo perfecto.

Nos colocamos en situación:

Corría el 2.000. Después de esperar unos años en una FZR 1000 y luego brevemente con una Exup, la verdad es que no encontraba moto ideal. Las FZR eran incómodas, las CBR menos pero también y no me acababan de llenar, además las tenía todo el mundo y resultaban hasta vulgares, las TL 1000 S eran un bicho malévolo y bastante inconducible, las ZX9R como que no iban y las ZZR y CBRXX gordas eran muy vacas.

¿Una Hayabusa?. Sí, me sigue encantando. Pero para vivir en una isla, como que no le veo la utilidad.

Estaba la todopoderosa R1 desde el 98 mandando a las demás motos deportivas al pasado directamente, GSXRs, SRAD, Exups, ZXs y CBRs RR incluidas. Pero, y ya lo comentaremos ampliamente en su prueba, reconozco que en carretera abierta su motor ya es demasiado para mi. Y es incómoda, como buena R (aunque menos).

Así que, a la espera de mi moto ideal nueva, probé una Hornet 600 un día, y disfruté de la agilidad y la manejabilidad, y al poco, yendo de viaje de turismo a París, observé que de cada 10 motos había al menos 6 Fazer FZS 600. La vi en una tienda de motos y me la compré, preciosa en mis colores negro/rojo/plata Yamaha. “mis” porque me encantan.

Realmente era una compra temporal hasta que apareciera algo apropiado.

Y casi con la moto recién estrenada apareció la (pretendidamente) deportiva mixta definitiva, FZS 1000 S Fazer de esta prueba. ¡Cachis!, ¡vaya cagada!.

Mientras, la verdad es que estaba encantado con la 600. Le hice el rodaje en un día y medio, qué más voy a decir. Ahí está la prueba y no me voy a repetir, pero nunca una moto me ha dado más por menos. Hoy día sigue siendo una excelente compra por poco dinero, además con una robustez ya ampliamente demostrada. Así que, entonces, no me apresuré en venderla, pero ya era objeto de deseo su hermana gorda de 1.000.

En aquella no había motos de prueba: o te prestaban una nuevecita con muchísima suerte, o pechabas con lo que te comprabas. Así que, muy contento con mi 600, me senté a esperar.

Y se la compró un conocido: en azul. Bien, porque no me gustan las motos en azul en general. Llega a ser la versión de 2.002 en amarillo, negro y plata y me ciegan los colorinches, muy humano. Pero al ya no gustarme tanto el color, se podía ver con otros ojos.

EN PARADO

La moto es grandota y larga, rozando el “no me gusta” porque no llego al suelo bien con mi 1.80. Para moverla en sitios estrechos, mal. No es una moto compacta. Se maneja relativamente bien con el ancho manillar, pero el alto centro de gravedad no da la sensación de ligereza y comodidad que me daba la 600, que en eso era ejemplar. Era como subirse a un palomar. O a una trail grande. Otras que no me gustan.

El susodicho manillar es otra: un tubo sobre 2 empalmes en la tija con 4 tornillos. Pobretona, la verdad, la 600 era lujosa a su lado, máxime cuando la diferencia de precio era casi del 50% más para la grande. No lo veo de recibo. Los relojes parecen de saldo, iguales a la 600 de diseño, pero con peor terminación que la versión S, que traía una placa dorada sobre la que se insertaban las esferas, y, sobre todo, ese carenado bifaro atractivo con aire de feroz R1, termina a los lados en unas “aletas” o bandejas laterales a mi juicio horribles y mal terminadas, aumentado por la vista global de todo el interior del carenado descuidado que se ve desde el puesto de conducción de la moto.

Sobre gustos colores. Una RF 900 será fea, pero cuando estás encima, va tan bien que te da igual porque no la ves, y lo que se ve en marcha no es feo. La Fazer 1000 me gusta con su motor al aire, su colín bifaro, su frontal agresivo (otros opinan que parecen piezas sueltas montadas sin ninguna armonía, claro)… no tanto como la 600, más integrada y con esos faros cuadrados, pero el subirse en la grande y ver lo baratucho de sus acabados, decepciona bastante. La verdad es que me impactó en su momento, pero en mal. Una moto “sport” revolucionaria en teoría se merecía algo más cuidado por parte de los diseñadores de Yamaha.

Ni el embrague es hidráulico. Y el tirador del aire, como en mi antigua FJ1100, palanca en el puño.

Cuando pagas por algo no te gusta que se vea “barato”. Al menos, haberlo disimulado en fábrica.

Así que, en vez de fascinado por la 1000, la verdad es que no estaba ni mínimamente impresionado. A ver en marcha

CONDUCIENDO

Una cúpula más alta no es mala idea

El error fundamental al coger esta moto era precisamente el pensar que era la moto total, que nos iba a llevar de turismo cómodamente y, por ende, que nos iba a permitir plantar cara a cualquier deportiva. Error inducido por la propia Yamaha y los palmeros de las publicaciones de la época que la ponían como la moto perfecta para todo.

Comprarla con este concepto en mente lleva a desilusionarse con la moto. Vamos por partes.

MOTOR

El corazón de la bestia

Aquí no hay error posible. Será un R1 capado, pero es un MOTORACO impresionante, dulce, feroz en su subida de vueltas, con buen cambio, suave… otro excepcional motor que sumar a la lista de los 20 válvulas de Yamaha. ¡Una maravilla!. Dulce, tratable y agresivo, veloz, fiable… se me acaban los adjetivos.

No necesitas más. Te da todo lo imaginable y su mantenimiento, exceptuando el laborioso reglaje de válvulas, es sencillo y nada costoso.

CHASIS Y CICLO

Y aquí viene el problema: metes el motor en un chasis barato de centro de gravedad alto y le pones suspensiones de largo recorrido. ¿Qué es ésto?. Pues una trail. Una moto de carretera “trailizada”, algo que ya vimos en Yamaha con la TDM y hoy día con las Tracer. O con la Bandit 1250, por no ir más lejos y no salir de nuestro Team.

Creo que a estos colores no me resistiría

Y las TDM, Tracer y nuestra FZS se mueven. Mucho. Una TDM no se mueve tanto a pesar de sus suspensiones bastante flácidas simplemente por motor. Metes el motoraco de R1 en el chasis extraño de tubos de esta Fazer (¿por qué no un doble viga?, ¡más caro de fabricar, imagino!) y tienes un cohete con los problemas de estar encima de ese cohete y poder llevarlo por donde quieres.

Hoy en día la Tracer tiene semejantes problemas, pero está “ayudada” por su electrónica, y a pesar de eso…

Yendo detrás de una Tracer en conducción deportiva, arriba en la montaña, al parar, intentando no parecer muy meticón porque no conocía al propietario y no tenía confianza, hablando muy suave, con tono de voz de ignorancia suprema, le comenté: “oye, al dar gas como que tu moto hace algo extraño, ¿no?”.

– “¡Sí!” – exclamó casi estallando – “un día de éstos me voy a matar”. ¡¡¡GLUPS!!!

En una Exup vas sobre raíles en curvas rápidas. Sí, es porque es laaaaaarga. Pero la subes con bieletas, y bien de suspensiones, sigue yendo perfecta. La Fazer no. Vas fuerte. Frenas, y la moto pivota sobre la horquilla. Saltas en baches y se mueven. En curvas rápidas no es precisa y baila a la mínima. Puede ir mejor, pero nunca al 100% con los elementos de serie.

Y entonces el dueño de esta Fazer azul entró en una carrera de comprar supensiones, graduar cosas nuevas, aceites, muelles, alturas, probar reglajes en foros… y se seguía moviendo más menos. Y peor, la altura al suelo era ridícula y tocaba con todo, ya de serie. Y si la levantaba, se movía más al elevar el centro de gravedad, además de que se llegaba mal al suelo.

Una vez al tocar con algo rígido al tumbar le levantó la moto y se fue al carril contrario, encontrándome yo de frente a un Mercedes 300 D de esos antiguos tipo tanque de frente porque le acababa de esquivar a él y a su Fazer. ¡BUFFFF!. Menos mal que el del Mercedes y yo tuvimos reflejos.

Poco tiempo después de ésto, y con un par de casi infartos parecidos de por medio, dejó de usar la moto y quedó en un garaje hasta que años después la vendió.

RECAPITULANDO Y RAZONANDO

Precioso colín

Me doy cuenta que estoy poniendo esta moto fatal. No lo pretendo y esta moto no se lo merece.

He empezado este artículo con la lista de las cosas que considero personalmente necesarias en una moto. Todos deberíamos hacer lo mismo para decidir nuestra compra. Pero claro, nos puede la pasión y preferimos aquella de las tetas con su cara de harpía (que no vemos, claro, cegados por lo obvio).

En su papel turístico. Un poco excesivas las veo

El error de adquirir esta moto es hacerlo como moto deportiva cómoda, o deportiva para todo, que, graciosamente, es como la vendía Yamaha. No es una moto deportiva. El chasis y las suspensiones sólo se parecen a los de su compañera entonces de escaparate porque las llamamos igual. No están al nivel del motor para nada. El motor es lo único deportivo, porque es una maravilla. Pero claramente excede al resto.

La FZS es un motor R1 capado metido en un chasis y con unas suspensiones que no son malas pero que no están a la altura. La horquilla, multirregulable, sí es mala y con un recorrido excesivo a mi gusto. Una buena mejora sería su rápido extirpamiento y monta de la de la R1, debidamente revalvulada y con muelles apropiados al peso de la Fazer.

Yamaha está claro que la construyó con un presupuesto muy rígido y estricto en mente, por su terminación bastante económica, intentando hacer una “mezcla” barata y que se vendiera bien.

Kawasaki ZRX, superventas en Europa, aquí la versión 1200 S

Y a pesar de ello, le salió cara. En España, vampirizada su distribución por Derbi, las Kawasaki ZRX 1100 ni se trajeron y la versión 1200, carísimas, se vendieron muy mal, siendo más bonitas y, en Europa, bastante más económicas, con componentes que parecían al menos de mucha más calidad. Y las Bandit también se vendieron en Europa como rosquillas, siendo el mismo concepto de motoraco en chasis plastilinoso, pero con una tremenda diferencia de precio a su favor.

¿Quieres una moto potente para viajar cómodo?, ¿una moto de diario, robusta, rápida y fiable?. Pero no te equivoques pensando que es para hacer carreras. No lo es. Es una gran moto para el 90% de los usuarios que hacen pequeñas incursiones deportivas, una 1000 gorda para empezar a sentir el motor (nunca en todo su potencial). Va muy bien. Pero no sirve para conducción deportiva seria.

En el Reino Unido les encanta esta moto, pero precisamente porque la tratan como una “Stunt-bike”: maravillosa para hacer caballitos, invertidos y derrapadas, gloriosa cuando serpentea en carretera al dar gas, cuando frenas y se hunde y empieza a saltar, aceleras y agita la cabeza en un shimmie salvaje… A quien use la moto para éso, ya sabe, maravillosa.

Su sucesora, la FZ1, se sale de nuestra época, pero sí es una moto que aguante de tú a tú una R hasta en circuito, y sólo hay que mirarla para ver la diferencia básica entre ambas: su chasis. Eso sí, a cambio el chasis de la moderna es tan frágil que incluso en caídas en parado se parte, y ha dado bastantes problemas de motor y fiabilidad. Y para mi, es horrorosa y bastante peor terminada incluso que esta Fazer ajustada de presupuesto. Pero eso va en gustos, como siempre.

¿Me la compraría hoy día?. No. No me la compré entonces y no me la compraría hoy día ni entra en mi lista de posibles. Repaso mis preferencias y no cumple el que no se mueva y sé que te puedes volver tarumba intentando que deje de hacerlo y perder la confianza y acabar harto, quizá. Prefiero menos motor y mejor parte ciclo, o, al menos, más equilio entre el motor y el ciclo. Una TDM 900. U otra Fazer FZS600 S, la verdad, que va mucho mejor hasta en conducción deportiva, como una y otra vez comprobé lado a lado.

A veces más es menos.

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